Por Russy Millán
En un trino publicado el 10 de julio, el presidente Petro daba a entender que su Gobierno había “desacelerado la inflación”; sin embargo, el Banco de la República lo desmiente en una de sus minutas, en la que señala las causas detrás del descenso de la tasa inflación anual.
No es la primera vez que Gustavo Petro se adjudica un logro ajeno, pues la escasez de logros propios lo ha llevado a optar esa estrategia propagandística para levantar su menguante popularidad; sin embargo, la realidad, como en mucho otros casos, no le da la razón.
De acuerdo a la minuta publicada el 6 de julio de 2023 por el Banco de la República, la inflación se habría moderado en los últimos meses debido al incremento de las tasas de interés; a la estabilización de las condiciones internacionales; a la reducción del IPP y a la revaluación de la tasa de cambio:
“Los directores destacaron que luego de estabilizarse en un nivel ligeramente superior al 13% anual durante el primer trimestre, la inflación total registró descensos consecutivos en abril y mayo, como resultado de la caída de la inflación de alimentos; los ajustes a la baja de los precios internacionales de algunos alimentos y costos de transporte; la revaluación de la tasa de cambio; y la reducción de la inflación de precios al productor, entre otros factores. Lo anterior en el contexto de una moderación del crecimiento de la demanda interna y de una tasa de interés de política monetaria que se ubica en terreno contractivo” Banco de la República (2023).
Ahora bien, el petrismo podría argumentar que la revaluación de la tasa de cambio (caída del precio del dólar) se debe al Gobierno Petro, pero esta hipótesis resulta difícilmente defendible por algo muy sencillo: el dólar ha caído debido a que el Congreso torpedeó las reformas más nocivas de Petro, con lo cual, los inversores estarían recuperando la confianza en el país:
Si decimos que el Gobierno Petro es responsable de la caída del dólar, estamos diciendo que el Gobierno Petro ha saboteado sus propias reformas para calmar a los mercados ─lo cual carece de sentido alguno─. Así, pues, Petro no es el responsable del descenso de la inflación, como ─por supuesto─ tampoco fue culpable de su crecimiento.