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La mentira que nos cuentan para justificar el saqueo del ahorro pensional

Por Julio César Iglesias, CFA

Una de las, muchas, mentiras que se han hecho virales sobre el funcionamiento del sistema pensional, tiene que ver con que, para todas las personas y en todos los casos, Colpensiones resulta más conveniente que un fondo privado (AFP).

En ese orden ideas, concluyen quienes defienden esta idea, no tendría ningún sentido la continuidad del RAIS -el régimen privado-, por cuanto su eliminación supondría una mejoría para todos los «desventurados» que por ignorancia, o por ser víctimas de un engaño, siguen efectuando sus aportes ante una de esas entidades.

Si es malo e inconveniente para todos sus afiliados, lo consecuente sería extinguirlo o, como efectivamente proponen algunas facciones extremistas del espectro político, reducirlo hasta la irrelevancia.

El problema es que la premisa sobre la que han construido este razonamiento, no es cierta: contrario al mito que han repetido, para la mayoría de los trabajadores colombianos resultan más convenientes las reglas del RAIS, bajo el que operan las AFP.

Intentaré explicar solo una de las (varias) razones por las que se trata de un mito.

Lo primero es entender la cruda realidad: En Colombia la mayoría de trabajadores no alcanzan los requisitos mínimos para pensionarse. No cumplen, bajo las reglas de los regímenes, el número de semanas mínimas para obtener una pensión (1150 en el RAIS o 1300 en Colpensiones).

A veces porque pasan largos períodos desempleados, pero en muchos otros casos, porque voluntariamente salen del sistema pensional (piense en los trabajadores que se van del país o en los hombres y mujeres que deciden dedicarse a cuidar a sus hijos).

De hecho, para 2019, de los 6,2 millones de colombianos mayores de 60 años, únicamente 1,7 millones se encontraban pensionados, es decir, más del 70% no han obtenido una pensión en su vejez.

Y aunque esa situación no es ideal, hay que admitir que por las dinámicas de nuestro mercado laboral, no pareciera que fuera a cambiar radicalmente: la mayoría de quienes hoy están afiliados al sistema no van a cumplir con la cantidad mínima de semanas necesarias para pensionarse con, al menos, un salario mínimo.

Según datos de Colpensiones, la edad promedio de sus seis millones y medio de afiliados, es de 48 años, y la cantidad de semanas promedio que han acumulado es de unas 273. Es decir, les faltarían, en promedio, cotizar unas mil semanas para pensionarse. veinte años de cotizaciones. La conclusión es sencilla: la mayoría de ellos no lograrán ni siquiera una pensión de un salario mínimo.

¿Y qué pasa cuando uno no alcanza el número mínimo de semanas – ni por el RAIS y mucho menos en Colpensiones- para obtener una pensión? Sencillo: Le hacen un reintegro de los aportes que ha efectuado al sistema.

Y ahí está la clave del asunto. Para esa mayoría de trabajadores, que no han alcanzado a pensionarse y para los que en el futuro tampoco lo logren, resultan mucho más favorables estas devoluciones de sus aportes en el regímen privado.

Según los datos de las AFPs y de Colpensiones, la devolución de aportes promedio en el régimen público es cerca de una octava parte de la devolución en el privado. Es decir, mientras una AFP devuelve, en promedio, a los afiliados que no alcanzan a pensionarse, 38 millones de pesos, Colpensiones apenas supera los cinco millones.

Esto ocurre porque, mientras en el régimen privado los aportes se acumulan en una cuenta individual y se invierten en activos financieros, en el estatal no existe ahorro, ni inversiones y, mucho menos, rentabilidades.

Esto no significa que para TODAS las personas sean más favorables las reglas del RAIS, de ninguna manera, hay un porcentaje menor (pero importante) de trabajadores quienes reciben mayores prestaciones en Colpensiones.

De hecho, según un estudio de Asofondos, al 94% de los trabajadores les conviene, por esta y varias otras razones, estar en un fondo privado.

El primer problema de la mentira que nos han contado es que sugiere que ese 94% de trabajadores no existe o que incluso a ellos no les conviene el RAIS.

La realidad es otra: eliminar o marchitar el RAIS, como propone el Pacto Histórico, implicaría una desmejora en las reglas pensionales para, al menos, el 94% de los trabajadores de Colombia a quienes les conviene ese sistema.

El segundo, y más grave problema, es que se trata de una mentira con un propósito nefasto: convencernos de que nos «conviene» permitir el saqueo del ahorro pensional.