Julio César Iglesias, CFA
Hace algunos meses escribí un hilo en Twitter sobre la propuesta de reforma pensional que ha presentado el candidato del Pacto Histórico Gustavo Petro, el cual adquirió cierta viralidad y mereció la atención del candidato que intentó desmentir mi conclusión principal.
Esa conclusión consistía, esencialmente, en que Petro planea expropiar el ahorro pensional privado de los cerca de 17 millones de trabajadores que hoy cotizan ante el RAIS -que es el régimen administrado por las AFPs-.
¿Pero hay razones para creer que esto es verdad o se trata más bien de un producto de la imaginación?
Primero hay que entender lo que propone Petro: se trata de hacer obligatorias las cotizaciones ante Colpensiones por salarios inferiores a cuatro mínimos. Es decir, si usted gana menos de ese valor, como la mayoría de los trabajadores del país, deberá hacer la totalidad de sus cotizaciones ante Colpensiones.
¿Pero por qué ese traslado forzoso a Colpensiones implica una expropiación?
Imagínese que usted tiene 45 años y lleva toda su vida laboral aportando ante una AFP, en donde ha acumulado 100 millones de pesos entre aportes y rendimientos en su cuenta individual.
Si lo obligan, en adelante, a cotizar ante Colpensiones, estará forzado a trasladar su dinero a Colpensiones a cambio de unas semanas. ¿Por qué? Porque si no lo hace, lo más seguro es que no pueda obtener una pensión, no alcanzará a cotizar las semanas que exige Colpensiones, a la mayoría de personas no le «alcanzará el tiempo».
El problema es que ese traslado implica que ese dinero, que hoy está a su nombre en una cuenta individual, va a dejar de estarlo, es decir, va a ceder su capital al Estado, a cambio únicamente de una semanas, es decir, de una promesa de que cuando cumpla una edad y unos requisitos lo van a pensionar.
Mejor dicho, estará obligado a ceder sus cien millones de pesos, porque si no lo hace, es muy probable que no pueda pensionarse: bajo las reglas del RPM (Colpensiones), en la práctica eso significa perder buena parte de sus aportes futuros.
Petro, me respondió que su propuesta no es una expropiación por cuanto ese traslado no es obligatorio sino voluntario.
Lo que intenté explicarle, a continuación, al candidato, es que no hay nada de «voluntario» pues los trabajadores estarían presionados a hacerlo so pena de no poder pensionarse y, por tanto, perder la mayor parte de los aportes futuros al sistema.
Palabras más, palabras menos, si no acceden a trasladarse le expropiarán sus aportes futuros, y si acceden a hacerlo, la expropiación será del capital que han acumulado en una AFP.
De cualquier modo, por tanto, los trabajadores que hoy están en el RAIS, es decir, 17 millones de personas, sufrirían la confiscación de una parte de su patrimonio.