Tras darse a conocer el polémico contrato que Sjoerd Van Grootheest, esposo de la ministra de minas, Irene Vélez, tiene con el Fondo Colombia en Paz, Daniel Briceño reveló que, además, lo que parecía una práctica aislada ya se habría dado en el pasado, asimilándose a un festín de contratos públicos de la pareja, a costa de todos los colombianos.
Según la revelación de Briceño, el esposo de Irene Vélez, como representante legal de la fundación MISSISSIPPI DRAGONFLY, obtuvo seis contratos con la Universidad del Valle (Cali). Durante los años en los que la ministra de minas trabajó en dicha institución (3 de febrero de 2014 – 25 de abril de 2022), la fundación habría recibido una serie de contratos relacionados con la labor de la ministra, evidenciando lo que parece ser otro caso más de nepotismo al interior del Gobierno Petro, pero esta vez teniendo como protagonista a Irene Vélez, siendo la que, presuntamente, habría favorecido a su pareja para la obtención de contratos públicos.
Si bien, en principio, nada de lo anteriormente mencionado es ilegal, sí es poco ético y, sobre todo, cuando la actual administración se había comprometido dejar atrás las malas prácticas de los anteriores gobiernos.