Por Julio César Iglesias
Editor Invelat

Hace poco estaba en la sala de espera de un aeropuerto y escuché una conversación entre un grupo de personas, parecían ejecutivos de alguna empresa, que discutían sobre su futuro pensional. El consejo de uno de ellos era claro “Hay que pasarse a Colpensiones, siempre es mejor”.
Este tipo de conversaciones y conclusiones las he escuchado muchas veces. Es generalizado el mito de que, a todas las personas, más allá de sus características personales, siempre les conviene más estar en Colpensiones que en un fondo privado.
Este mito, además de ser falso es muy peligroso, puede conducir a muchas personas a tomar una decisión que va a lesionar seriamente su futuro pensional.
De hecho, durante los últimos años, cientos de miles de colombianos han decidido trasladarse a Colpensiones desde los fondos privados, en parte, debido a que este “mito” se ha hecho viral.
Es cierto que hay muchos casos, sobre todo funcionarios del Estado, ejecutivos de empresas privadas, profesores universitarios o, en general, personas que cuentan con empleos muy estables y con ingresos crecientes por antigüedad o por ascensos, a los que les conviene más Colpensiones: en el régimen estatal ellos suelen recibir generosos subsidios y, por tanto, una mayor mesada pensional.
Sin embargo, la realidad para la enorme mayoría de trabajadores en Colombia es distinta: suelen tener una vida laboral marcada por la inestabilidad y por la incertidumbre, por lo que no cotizan de manera continua y tampoco tienen ingresos crecientes sino muy variables y, a menudo, cercanos al salario mínimo.
Y para este tipo de personas, que son la enorme mayoría, es mejor estar en los fondos de pensiones privados.
Primero, porque en el régimen privado, también conocido como RAIS, un cotizante necesita menos semanas para pensionarse. 1.150 semanas para acceder a una mesada de un salario mínimo cuando cumple la edad (57 años para mujeres y 62 para los hombres), mientras tanto, en Colpensiones para acceder a una pensión se requieren 1.300 semanas cotizadas, es decir, 3 años más que en los privados.
Esos tres años menos de cotizaciones, para muchas personas, es la diferencia entre poder pensionarse o no hacerlo.
La segunda razón por la que, para la mayoría de las personas no es cierto aquello de que “conviene más Colpensiones”, se debe a que lo más probable es que en ninguno de los dos regímenes se alcancen los requisitos mínimos de pensión. Y en ese caso es mucho mejor haber cotizado en un fondo privado.
Como ya expliqué, por la debilidad de nuestro mercado laboral y la alta informalidad que lo caracteriza, la mayoría de los trabajadores en Colombia no cotizan de forma constante. Eso implica que sean más los que nunca van a obtener los requisitos mínimos para pensionarse, es decir, no van a llegar ni siquiera a las 1.150 semanas que exigen como mínimo los fondos privados para otorgar una pensión de, al menos, un salario mínimo, y mucho menos a las 1.300 que pide Colpensiones.
Y esas personas, que son la mayoría, van a recibir una “devolución” de las cotizaciones que han hecho a lo largo de su vida laboral. Y en ese escenario hay una gran diferencia entre estar en Colpensiones versus un Fondo Privado.
Mientras en Colpensiones, aquellos que no completan los requisitos pensionales, reciben la devolución de una parte de sus aportes que no incluye ninguna rentabilidad, sino apenas un reconocimiento de la inflación, en los fondos privados se hace una devolución de los ahorros que han estado rentando en una cuenta individual durante décadas, lo cual permite que, en casi todos los casos, tengan un valor mucho mayor.
Es decir, si usted no consigue pensionarse, Colpensiones le va a devolver una parte del dinero aportado sin ninguna rentabilidad. Los fondos sí van a reconocerle una rentabilidad sobre sus aportes que ha sido, históricamente, muy atractiva.
Para ponerlo en cifras, durante 2019, el valor de la devolución promedio en Colpensiones (para los que no pudieron pensionarse) fue de apenas 5 millones quinientos mil pesos, mientras que en los fondos privados este valor llegó a los 38 millones. Es decir, los trabajadores que no pudieron pensionarse recibieron en promedio casi 8 veces más dinero por parte de un Fondo Privado que los que estaban en Colpensiones.
De acuerdo con un estudio del Ministerio de Hacienda, durante el año 2013 entre el 80 y el 95% de las personas que se trasladaron de las AFP a Colpensiones tomaron una mala decisión, y lo más racional hubiera sido seguir cotizando a un fondo privado.
En conclusión, aunque para la gran mayoría de trabajadores en Colombia la mejor decisión es cotizar a los Fondos Privados de Pensiones, es verdad que en casos puntuales Colpensiones ofrece beneficios superiores, seguramente era la situación de los ejecutivos de saco y corbata que escuché discutiendo sobre el tema. No obstante, las conclusiones a partir de la situación relativamente privilegiada de personas como ellos, no se deben generalizar.
Lo que sí podemos generalizar, es que en todos los casos se debería buscar una asesoría pensional, ojalá independiente, para evaluar las características de cada persona y de su vida laboral.