Redacción Invelat
El candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, con frecuencia realiza vaticinios sobre lo que ocurrirá en el futuro a través de su cuenta de Twitter. Los temas que son objeto de sus pronósticos son variados: desde la evolución de la pandemia o el ritmo de la vacunación, hasta la evolución de variables económicas y financieras.
Sin embargo, lo que tienen en común sus predicciones es el sensacionalismo: generalmente son aventuradas, maximalistas, lo que produce alegría entre su base de seguidores, porque ayudan a justificar las propuestas que este sector político, la extrema izquierda, plantea como soluciones para los problemas del país.
Un buen ejemplo de lo anterior fue un trino que publicó el pasado 23 de Noviembre, en el que para justificar su idea de suspender la exploración de petróleo en Colombia, anunció que se iba a producir un «desplome» en los precios del crudo debido a la decisión del gobierno de Estados Unidos de liberar una parte de sus reservas petroleras al mercado.
«Desplome del precio mundial del petróleo a la vista», anunciaba Petro, agregando que debido a esta situación, las cuentas del gobierno de Duque, el presupuesto del Estado, habían quedado «mal hechas» y que, además, el mercado mismo iba a suspender la exploración petrolera debido al bajón que tendría el crudo.
Pero contrario a lo que anunció el candidato de extrema izquierda, lejos de presentarse un «desplome» del precio del petróleo, durante las últimas semanas la tendencia ha sido alcista, a tal punto que durante la última semana ha superado los 85 dólares, niveles que no se veían desde 2014.
Es decir, pese al anuncio de «desplome» de Petro, el petróleo ha alcanzado durante los últimos días (apenas dos meses luego de su pronóstico), precios máximos de los últimos siete años.
El «descache» del jefe del Pacto Histórico, se suma a sus previsiones exageradas sobre mortalidad en la pandemia o el anuncio de que el gobierno tardaría varios años en vacunar masivamente contra el Covid-19 a los ciudadanos.